El famoso dicho “más vale prevenir que curar” está cada vez más presente estos días y la higiene bucal de los más pequeños es un tema que no se debe olvidar.

En este artículo, la dentista Marta Simões Vieira comparte algunas buenas prácticas y consejos para que la higiene bucal se introduzca en las rutinas de los más pequeños desde edades tempranas.

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Cuando el bebé aún no tiene dientes no es necesaria una limpieza exhaustiva de la cavidad bucal . Basta con pasar una compresa empapada en agua para limpiar la leche que queda “pegada” en las encías.

A medida que nos acercamos a la erupción de los dientes, podemos empezar a utilizar la yema del dedo de silicona para masajear las encías . ¡Tu bebé te lo agradecerá mucho!

Desde el momento en que sale el diente debemos empezar a utilizar el cepillo y la pasta dos veces al día (por la mañana y antes de ir a dormir). No se necesita agua ni antes ni después. De esta forma conseguimos que el flúor siga haciendo su trabajo y que no se elimine con el agua al final.

La pasta de dientes que debemos utilizar para nuestros bebés debe tener una concentración de 1000ppm de flúor, adaptando la cantidad en función de su edad:

• hasta 3 años - 1/2 arroz crudo
• entre 3 y 6 años - 1 arroz crudo
• mayores de 6 años - tamaño de la uña del dedo meñique

El cepillo debe tener una cabeza pequeña, cerdas suaves y un cuello fino.

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En definitiva: para cuidar lo mejor posible la higiene bucal de tu hijo, valora la etapa de desarrollo en la que se encuentra y adopta los cuidados adecuados:

	bebe sin dientes Compresa empapada en agua cuando hay regurgitación de leche o ésta queda "pegada" en las encías.
Cuando empezamos a notar que los dientes empezarán a salir Utilice la yema del dedo de silicona sin pasta.
	Tan pronto como emerge el primer diente y hasta que los dientes de leche estén completos (20 dientes en total) Utilice un cepillo de cerdas suaves, cabeza pequeña, cuello fino y mango redondo. Desde que salen los dientes de leche hasta la aparición de los dientes permanentes (+/- 6 años) El cepillo de dientes debe tener un cabezal pequeño, pero con más mechones que el cepillo anterior, cerdas suaves, un cuello fino y largo para llegar a todos los dientes y el mango debe adaptarse al tamaño de la mano del niño.
A partir de 6 años (dentición mixta) Las cerdas deben seguir siendo suaves, el cabezal y el mango también deben adaptarse a la edad del niño para llegar a todos los dientes con nuevas formas y tamaños.

¡Nunca olvides que cada niño es un niño y debe ser evaluado individualmente por tu dentista!

Autoría: Marta Simões Vieira - Odontóloga