La organización de una casa es algo muy importante para el buen funcionamiento de una familia. Involucrar a los niños en estas tareas es una forma de desarrollar habilidades como la gestión del tiempo, la organización del espacio y la responsabilidad.

Dejamos aquí algunos consejos que pueden ayudar con la organización general de la casa, teniendo en cuenta a los más pequeños.

Nunca debemos olvidar que cada niño tiene su propio tiempo de aprendizaje y algunos pueden tardar más o menos en adaptarse a un sistema organizativo, hay que ser paciente y constante en su enfoque.

Es esa época del año en la que nos cambiamos de ropa y zapatos, lo cual es común cuando cambian las estaciones. Podemos aprovechar para hacer una limpieza más profunda de los armarios así como una selección de aquello que ya no sirve o ya no se puede utilizar. Puede parecer una tarea complicada, pero con las herramientas adecuadas y de la manera adecuada podemos hacernos la vida más fácil.

Aquí hay algunos pasos que puede implementar para simplificar estas tareas:

Comienza sacando la ropa y los zapatos de los armarios, separándolos en tres categorías/montones: los que serán donados, los que se conservarán y los que se tirarán porque no hay posibilidad de que sean donados o reparados (podría ya sea porque están dañados, rotos o ya no encajan).

De los artículos que nos quedaremos, y en este artículo destacaremos los zapatos, los separaremos en grupos: Zapatos; sandalias; zapatillas; botas; …

Podemos utilizar cajones o estanterías, que puedan identificarse y sean de fácil acceso para los niños, utilizando un protector y colocando delante los zapatos más usados.

El sistema de organizadores para zapatos como cajas o colmenas puede ser una buena solución, dependiendo del tipo de armarios que tenga cada uno en la habitación infantil. Lo importante es hacer que la tarea sea fácilmente realizable, fomentando la responsabilidad de mantener tu espacio organizado y facilitando las rutinas diarias.

Es igualmente importante revisar periódicamente tus zapatos para ver si están en buenas condiciones y/o si necesitan ser limpiados. Una vez al mes, por ejemplo, revísalo y comprueba si sigue siendo útil. De esta forma reducimos el calzado que ya no necesitamos y ganamos espacio para colocar unos nuevos, evitando así acumulación.

Autor: Sandra Miranda - SM Organiza