Água e hidratação na infância

Agua e hidratación en la infancia

Agua e hidratación en la infancia

Se sabe que la ingesta de líquidos y la hidratación son fundamentales para la vida humana. ¿Pero por qué?

Alrededor del 60% del peso total del cuerpo humano está formado por agua, y en los niños puede llegar al 70%. Además de ser un componente esencial para la vida humana, el agua participa en todas las reacciones químicas del organismo, es la que permite la regulación de la temperatura corporal y se encarga de transportar los nutrientes a nuestras células.

¿Por qué es tan importante el agua en la infancia?

Entre los dos/tres años y la adolescencia, los niños generalmente realizan una intensa actividad física, su metabolismo se acelera y conseguir que los nutrientes lleguen a sus células es fundamental para un correcto crecimiento y desarrollo. Por otro lado, toleran menos el calor y tienen menor capacidad de excretar a través del sudor, lo que se traduce en un aumento más rápido de la temperatura corporal.

Por todo ello, asegurar una correcta hidratación en los niños es fundamental y ¡en los meses de verano hay que extremar los cuidados!

Toma nota de algunas reglas de oro, que marcarán la diferencia en la hidratación de tus hijos:

¡Hidratar!

Para un correcto desarrollo físico y cognitivo es fundamental mantener a los niños bien hidratados y ¡el agua juega un papel fundamental en ello!

Aunque existe una pauta en cuanto a la cantidad de ingesta de líquidos, recuerda que hay situaciones que conllevan una mayor pérdida de líquidos corporales, que merecen especial atención.

Por ello, en el caso de fiebre, virus que provocan vómitos y diarrea o días más calurosos, cuando la temperatura es más alta y hay mayor pérdida por el sudor, hay que aumentar las cantidades.

¿Cuánta agua debe beber un niño?

Los niños deben beber una cantidad adecuada de agua al día, desde 0,6 litros en el primer año de vida hasta 1,8 – 2,6 litros en la adolescencia.

En valores aproximados se recomienda:

- Hasta los 3 años el niño debe consumir alrededor de 1,3 litros/día

- De 4 a 8 años aproximadamente 1,7 litros/día

- Entre los 9 y los 13 años, las niñas deben beber 2,1 litros/día y los niños alrededor de 2,4 litros/día.

Recuerda que estas necesidades pueden cubrirse no sólo ingiriendo directamente agua, sino también ingiriendo algunas otras bebidas y alimentos.

¿Cuál es la mejor bebida?

El agua mineral natural es la bebida que siempre debe acompañar a los niños.

¡Siempre debe ser la bebida preferida tanto en las comidas como fuera de ellas!

¿Y otras bebidas?

Como hemos visto, el agua es la principal y mejor forma de hidratar a los niños.

Sin embargo, otras bebidas naturales y no calóricas pueden ser un complemento extra. Buenas opciones son las infusiones (¡caseras!), como las de melisa, tila, manzanilla o infusiones de frutas, limonada sin azúcares añadidos o incluso aguas aromatizadas con fruta fresca.

Los zumos, néctares y refrescos no son buenas opciones para la hidratación, ni siquiera los zumos naturales que tienen mayor carga de azúcares añadidos o presentes de forma natural.

Es importante saber que los refrescos y bebidas equivalentes, por su contenido en azúcar, sal y/o edulcorante, pueden incluso tener un efecto deshidratante, en lugar de hidratante, por lo que conviene evitarlos.

¿El papel de la comida?

Además de las bebidas, existen alimentos que también contribuyen a aumentar los niveles de agua en el organismo.

Entre los principales alimentos destacan: la fruta fresca, especialmente las de verano, más jugosas y ricas en agua, como melón, sandía, melón, fresas y melocotones; verduras frescas, como lechuga, tomate, calabacín y pepino; Sopa de verduras; gelatina y productos lácteos como leche o yogur sin azúcar añadido.

¿Cómo saber si el niño está bien hidratado?

La forma más sencilla y directa que tienen los padres de saber si sus hijos están bien hidratados es observando su orina.

Cuando están bien hidratados deben presentar orina abundante, clara y sin olor fuerte.

Otros signos de los que podemos estar pendientes es si tienen buena cantidad de saliva, piel elástica y ojos brillantes.

¡Alerta de deshidratación!

La deshidratación ocurre cuando bajan los niveles de agua del cuerpo.

La deshidratación puede ser leve o grave, pero siempre tiene consecuencias para la salud, por lo que debemos ser conscientes y actuar, siempre que sea posible, de forma preventiva.

Las causas más comunes de deshidratación en los niños son los episodios de vómitos y diarrea o cuando las temperaturas son altas y no hay suficiente ingesta de agua.

Los principales síntomas incluyen disminución de la frecuencia urinaria, orina con fuerte olor y color oscuro, sequedad de boca, disminución de saliva y lágrimas, sensación de sed intensa y/o postración.

¡Importante saber! ¡La sensación de sed es, en sí misma, un signo de deshidratación! Por eso no debemos esperar a esta señal para darles agua a los niños.

¿Que hacer?

¡El mejor tratamiento es la prevención!

Beber muchos líquidos repartidos a lo largo del día es la mejor manera de prevenir la deshidratación leve, que ocurre con mayor frecuencia, a menudo sin que nos demos cuenta.

Por eso, aunque el niño no se acuerde de preguntar, es importante ofrecerle agua durante todo el día. ¡E incluye en tu dieta alimentos con mayor poder hidratante!

Recuerda que al igual que llevar una alimentación saludable, también se enseña e inculca a los niños el hábito de beber líquidos a lo largo del día.

Por ello, es importante fomentar el consumo de agua a lo largo del día. Y cuando llegue el momento de ofrecerle agua, ¿por qué no beberla también?

De esta manera, los padres no sólo estarán dando ejemplo con su comportamiento, ¡sino también asegurando su propia hidratación!

Artículo de Mariana Abecasis nutricionista

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